Entre Historias: Quiero un Damon para mi.

Y aquí estoy de vuelta, dispuesta a despedazar algo y así, haciéndolo a pito-pito, le ha tocado el turno a "Crónicas Vampíricas", lo que viene a ser "The Vampire Diaries", siempre me ha parecido terrible la traducción porque me recuerda a Anne Rice y en fin, nada que ver.

Como viene a ser costumbre de esta serie también me leí el libro, y digo libro y no saga porque el primero me pareció tan malo que decidí no continuar intentándolo. La historia en si me gusta, la de la serie, no la del libro, al principio la vi por sumarme al carro, luego le cogí el gusto (Entendiendo coger el gusto por engancharme a la serie que tiene más tios buenos por metro cuadrado). El caso es que la veía por ver, bueno, menos a Damon, a él nunca lo he mirado por mirar, a él lo miro con el corazón... A lo que iba, que llegó la tercera temporada con su final apoteósico y despues de llorar durante media hora, decidí que la serie valía más la pena de lo que yo estaba dispuesta a admitir.

Recientemente ha terminado la cuarta temporada, que no ha sido la mejor, pero tampoco ha estado mal, y es que se han hinchado a darnos Fan Service* a las que soñamos con que Damon esté en nuestra cama, en la de Elena o en la de quien sea mientras el asunto sea grabado y publicado para que todas podamos verlo.

Amor, amor y mucho más amor, mezclado de sexo, resignación (por parte del triste de Stefan) y más sangre y sexo (Sexo no explicito, eso si, pero no pasa nada porque yo cuento con mucha imaginación).

¿El final de la temporada? Para mi gusto flojo (siempre digo lo mismo), cuando lo vi no pensé que fuese el final de la temporada, creía que todavía quedarían uno o dos capítulos, pero no fue el caso, no quedaba nada y bueno, sí, no estuvo mal, pero no me dejó con la boca abierta ni me hizo llorar como la temporada anterior (Aunque lograron que este momento me pusiese muy tonta...)