¿Así que quieres saber un poco más
sobre mí?
Nunca he sabido contestar cuando me he preguntado a mi
misma “¿Quién soy?” Porque sé qué no soy, pero mi educación
en base a la fe cristiana -implícita en todas las casas españolas
creyentes o no- me aboca a la humildad inconsciente, así que elevar
mis atributos es algo que le toca al resto, si quiero ser educada.
Así que cuando me veo en esta
encrucijada, decido definirme en base a mis gustos y disgustos.
Empecé a leer cuando era
niña y a menudo pensaba que quería ser mayor para poder leer más
rápido y libros más gordos. Algo que no tardé en conseguir, porque
cuando a una le llama la literatura no tiene escapatoria. Como a la
mayoría de lectores de mi generación, la piedra angular de todo
esto fue Harry Potter, saga que a día de hoy, sigue teniendo una
gran relevancia en mi vida.
Lo siguiente fue empezar a
escribir, no a escribir cualquier cosa, sino mis primeras historias.
De esto tampoco te puedes escapar, es un nosequé que te posee. He
escrito en clave de humor, llena de rabia, desnudando mi alma... Y
nunca me he sentido saciada. Espero no hacerlo.
El cine y las series han
sido una constante. Mi madre alquilaba siete películas todos los
fines de semana y cuando yo veía las dos o tres infantiles, solo me
quedaba ver las otras cinco y lo que echasen en la tele. Por su parte
mi padre hizo su papel llevándome cada miércoles al cine durante
años. Así es como con once vi el Volumen 1 de Kill Bill y descubrí
a Tarantino, me empapé en cine de los 80 y principios de los 90, me
tapé los ojos con los primero capítulos de Expediente X y supe
apreciar el cine en blanco y negro con “Con Faldas y a lo loco”.
Aunque la magia real surgió cuando me pusieron Internet en casa.
Actualmente he terminado,
empezado o continuado unas ochenta series. Me he leído unos
trescientos cincuenta libros, que restándole mis primeros años de
vida, hacen una media de veinte libros y medio al año. De las
películas no llevo un registro.
Si a eso le sumas, dormir,
el café, la pasta, los peluches, las cajas, las libretas, los
debates, la política, el sexo, la música, el maquillaje, la moda,
el sol, la fotografía, la playa, las duchas, los sobres de azúcar
con frases, la filosofía, las redes sociales, el amor, la amistad,
el color rosa; y le restas, la discriminación, el acoso, los
despertadores, las coles de bruselas, la lluvia, el frío, el verde,
las esquinas de las páginas dobladas, las conversaciones vacuas, las
malas intenciones, los entrecejos sin depilar y las matemáticas. Me
obtienes a mí. Más o menos.
Bienvenido
Bienvenido
¡Y espero que sea
para quedarte!
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